37 grados a la sombra, fuego en el aire, en el cuerpo
un deseo infinito de salir corriendo y no mirar atrás
y mi sentido del deber haciendo de las suyas.
Una tarde por delante de tareas infinitas
un anhelo de que caiga la noche y hacerla mía
como la que posee entregándose
a la total oscuridad que lleva al vacío más íntimo
Solo necesito...solo un empujón
notar la mano en la espalda que sin hablar diga:
.- Corre, tú puedes
Y no querer.
Un deseo hambriento de andar, solo andar el camino
y no solo...
andar
y no solo...
el camino
y no solo...
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