jueves, 30 de junio de 2016

A Dios



Aceptar al otro es una decisión que ha de tomarse en firme.
Abrazarlo cuando llega a nuestra vida conectando todos los circuitos interiores haciendo que nos ponga cada poro vivo, es tan importante como saber decirle "hasta la vista" cuando se marcha, pero existe dolor.

El desapego nos enseña que la vida es un tránsito, un trozo de un camino sin fin que haremos a lo largo de muchas vidas, de muchos cuerpos, cáscaras que iremos dejando vacías, llenando tierra y nichos hasta el final de los tiempos, pero duele.

En cada tramo de ese camino inacabable vamos sembrando en otros maravillas creadoras de estímulos, a veces positivos, a veces negativos pero todos prodigiosos, indudablemente.
Y algo se nos queda pegado, algo arrastramos a la próxima vida.

Nuestro equipaje no crecerá ni aumentará físicamente.
Seguirá pesando   ( "pesando" )   21 gramos.  Sin embargo el alma agarrará sus vivencias, sus recuerdos, sus conexiones con otras vidas, y nos acompañará activando algunas veces, nuestros recuerdos.

Reconoceremos a algunos compañeros de camino pasados, en un gesto, en una voz, en unas letras, y una vez conectados será imposible no notarlo.
Luego los pasos de baile de cada uno marcarán el ritmo del encuentro, que podrá ser de duración determinada, pero la conexión perdurará a pesar del tiempo y la distancia.
No existen extraños, sólo seres a los que aún no hemos vuelto a encontrar.
No existe el A  DIOS  ....siempre es un "Hasta Más"

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.